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sábado, 11 de septiembre de 2010

Belleza y Fealdad

Para entender la e interpretar que es bello y feo se debe conocer el tiempo en que fue hecha la obra, que tendencia existía y muchos más valores que se necesitan saber.

La belleza nunca ha sido algo absoluto e inmutable, sino que ha ido adoptando distintos rostros según la época histórica y el país. Eco incluye otro concepto básico: la mirada subjetiva. Por lo que se necesita ir a varias culturas, para iniciar esta definición empezando en la cultura occidental, que arranca con los griegos y lo que para ellos es bello asociado al canon, con dos citas claves. Hesíodo decía que “El que es bello es amado, el que no es bello no es amado”, y el oráculo de Delfos respondía: “Lo más justo es lo más bello”.

Mientras que lo feo tiene sinónimos como horrendo, desagradable, monstruoso, odioso, espantoso, fétido, sucio, repelente, vil, deforme, repugnante o antiestético. La historia de la fealdad es decididamente más interesante que la historia de la belleza ya que Eco al parecer se divirtió reconstruyendo increíbles historias de horror y desprecio desde la época de los griegos, pasando por la Edad Media hasta llegar a la exaltación de la ‘fealdad’ entendida como lo diferente en el mundo moderno.

La fealdad no debe entenderse simplemente como tal. Si es relativamente fácil ponerse de acuerdo sobre la expresión de lo bello, la fealdad no debe leerse solo como a el infierno de la belleza, si no al contrario, la fealdad tiene sus propios cánones y una complejidad peculiar, a sabiendas de que el concepto cambia con el transcurrir de los siglos; y de que, por ejemplo, los arquitectos renacentistas encontraban espantosas las catedrales góticas.
En el arte Kitsch es considerado como una copia inferior de un estilo existente. También tiene un sentido más libre para referirse a cualquier arte que es pretencioso, pasado de moda o de muy mal gusto. Aunque su etimología es incierta, está ampliamente difundido que la palabra se originó en el arte de Múnich entre los años 1860 y 1870. El término era usado para describir los dibujos y bocetos baratos o fácilmente comercializables.

Y es que en un gesto vanguardista de Marcel Duchamp, al exponer un mingitorio como obra de arte, asestó un golpe mortal al anhelo de belleza que la humanidad creía implícito en toda expresión artística. Desacreditada, ridiculizada como ideal burgués o decadente, la belleza se tomó venganza invadiéndolo todo: la moda, la publicidad, el diseño y cada rincón de la vida cotidiana. Como dice Umberto Eco nuestra época se rindió a la orgía de la tolerancia, al imparable politeísmo de la belleza

La bella

Esta obra titulada SIMBIOSIS realizada por Pascale Archambault de Canadá en el Primer Festival Internacional de Escultura Guatemala Inmortal 2007.

La Fea

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